martes, abril 15, 2014

Rimbaud, prometo ser bueno. Cartas Completas.

Prometo ser bueno: cartas completas by Arthur Rimbaud
My rating: 4 of 5 stars


 photo e92c97d3-a3b1-45d4-9743-7bd5b1d9cec8.jpgPese a la pésima edición del texto, cuya abundancia de erratas te hace incluso cuestionar la calidad de la traducción, he encontrado muy interesante la lectura de estas cartas. Las de juventud, claro, pero también las que escribió como comerciante desde Aden o Harar, por las que casi tenía más curiosidad, pues la vida de Rimbaud en África y Yemen siempre tuvo para mí un aura si bien menos bohemia sí más auténticamente romántica. El último coletazo de un espíritu indómito que deja la pluma por la espada. Y eso que las ominosas advertencias sobre la posible decepción que que éstas cartas podrían suponerme -por prosaicas y aburridas-, amenazaban mi lectura. Pero incluso en los pesados y minuciosos listados de mercancías, en el repaso de precios, ingresos y pérdidas se vislumbra aun la personalidad del poeta adolescente que huye de la desidia y el aburrimiento y que airado todavía y siempre, busca y trabaja con furia hasta agotarse con la fútil esperanza de poder ganar lo suficiente para vivir de las rentas. Tras la tormentosa relación con Verlaine y su constante ir por Europa debió deducir que la libertad sólo la alcanzaría con dinero. Y en eso se concentra. Sin embargo, este hombre es claramente fruto y reflejo del joven que buscaba la "visión" mediante un largo, inmenso desarreglo de los sentidos. La misma perseverancia, temeridad, curiosidad intelectual -todavía confía más en los libros y en su inteligencia que en cualquier otra cosa, de ahí los pedidos de manuales de todo tipo a su familia-, impaciencia e intolerancia con su punto mezquino retratan aun al hombre que ya tullido sueña, en Marsella, con los espacios abiertos de África. Nunca perdió su cínico sentido del humor ni la voluntad de ser él mismo y el otro.

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