... y estaba yo tan tranquila y féliz recogiendo, ya lista para fichar y salir pitando del curro, cuando una compañera, más joven que yo, me pregunta sin previo aviso, así, de sopetón:
Y tu Ajenjo, que eres tan guapa (?) y tan simpática, ¿cómo es que no te has casado?
Obviamente, la idea de una libre elección ni se le había pasado por la cabeza. Con los ojos como platos, la duda: ¿Responder? ¿Con ironía, crueldad, grosería, yo-y-mi-circunstancia, discurso feminista? ¿O hacer oídos sordos? He optado por recitar desenfadadamente parte de una de las estrofas del "Ya no puedo más" de Camilo Sexto -que considero himno cuasi oficial del Teleoperodor/ra (y de cualquier asalariado si a eso vamos):
siempre me voy a enamorar de quien de mi no se enamora
Lo que no se aleja tanto de la verdad, mucho más compleja y rara, por fortuna. Sin embargo, su expresión de clara comprensión y empatía me ha dicho que aceptaba la respuesta con alivio. Ay, ay, ¡qué tantas mujeres aún midan su éxito personal en el hecho de tener o no pareja estable!
Se aceptan sugerencias de respuesta. Por si hay una próxima ocasión.
Se aceptan sugerencias de respuesta. Por si hay una próxima ocasión.