¡Ojo, seguro que a continuación vienen SPOILERS!
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| por Edgar Salazar |
Hasta ésto ha cambiado. El sentimentalismo barriendo a la americana una historia construida a lo largo de años y diferentes guionistas para el John Constantine de Hellblazer. La difícil relación de John con su padre, la culpa por la muerte de una madre que no conoció, la protección de su hermana mayor y su primer conato en el mundo mágico justo contra ese padre padrone maltratador y malnacido ya es polvo y cenizas. Cierto que pervive la culpa. John causó la muerte de sus padres -así, en plural, adiós al fantasma de la madre muerta- durante su primer juego mágico. Pero hay una mente detrás. Alguien que engañó al niño Constantine para en su primer experimento mágico causar la muerte de sus progenitores. Toda magia tiene un precio, etc... ¿Hacía falta? Supongo que en la lógica del NUDC, sí. La historia en Hellblazer es sórdida y triste y demasiado verosímil. Cientos de niños y niñas se crían así en los suburbios de las ciudades post-industriales de nuestro occidente opulento, con madres o padres ausentes, desencantados, en paro o con empleos duros, precarios, alcohólicos, malos a fuerza de desesperanza, que dejan a sus hijos -sobre los que cargan su fustración- al albur de las calles.
En el NUDC, todo es más sencillo, el mal más ajeno y combatible, y, al final, todos hacen lo que deben. ¿Menos John? Me temo que estás en el sistema, viejo punk.
