domingo, octubre 19, 2014

American Horror Story: Freak Show.- Una idea duradera, el terror de la sonrisa perpetua.




No he leído la novela de Victor Hugo "El hombre que ríe". Pero sí leí, cuando era un cría, en una enciclopedia de cine, una reseña de la película dirigida en 1928 por Paul Leni basada ella y me pareció una historia tan espantosa y triste, tan injusta, que ya no me atreví ni a verla ni leerla. Entonces. Algo de monstruoso o deforme entrevemos y tememos en nosotros en la adolescencia, es cierto. Después supe que en la imagen del actor que interpreta a Gwynplaine se inspiraron  los primeros dibujantes del Joker, el supervillano de Batman. La sonrisa tallada en la carne, una sonrisa permanente y necesariamente falsa, es una imagen poderosa e inquietante. Nos recuerda la calavera bajo la piel y la ausencia de felicidad en los ojos, la hace incongruente, peligrosa, horrible e inmensamente triste. 
¿Había leído o visto el asesino de Elisabeth Short, la Dalia Negra, el Hombre que ríe? El hecho es que no tuvo suficiente con todas las demás mutilaciones con las que la destrozó, sino que aún tuvo que desfigurar su preciosa cara con una sonrisa perpetua. De hecho, su historia ya fue utilizada en la primera temporada de American Horror Story. (SPOILER) La propia Elisabeth encuentra la muerte en la Casa Asesina y se nos da una explicación, incluso dulce, para la deformidad practicada en su rostro. 
Ahora, en la cuarta temporada, tenemos a Twysty, el payaso más espeluznante que yo haya visto. Aún no conocemos su historia, pero promete ser tan terrible como la Gwynplaine, el Hombre que ríe. Salvo que éste no causó ningún mal. Fue una victima y no un verdugo. Sólo la muy real Elisabeth Short puede tener algo que ver con el personaje imaginado por Victor Hugo.

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