Y en una de mis serendipias felices, acabado de leer el nº 16 de los Nuevos 52 Constantine, me encuentro con esta composición de Damian Lewis como Don John de Mucho Ruido y pocas nueces con una de las citas más famosas del personaje. Shakespeare -tenido por criptocatólico- tenía bastante claro el derecho a la libertad de elección, el bendito libre albedrío. Lo mismo que John Constantine. Pese a los bandazos de guión y blandenguerías aparte, gracias a Ray Fawkes por respetar ese aspecto esencial del querido John (otra serendipia). Es su carácter tal como -ya decíamos en otra entrada- lo definía Orson Welles, otro apasionado del Bardo.
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