Con tanta prisa, y esa actitud, todos se van. Solo los tacones de la bruja sofocan el silencio de los pasillos, arriba y abajo, arriba y abajo, aun enjaulada.
Ruina de nosotros, carne picada, almas muertas, como creaciones de Giger, conectadas entre si, en simbiosis imposible.
Nada nos retiene ya, salvo el miedo.
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