Y hablando de imágenes, no se lo que me resulta más ofensivo en alguna de ellas -como en ésta que veo desde siempre en mi gimnasio-: el que sean síntoma de la vanidad humana o de la codicia que vive de ella o de ambas cosas o su simple inanidad y estupidez.
Por cierto, ¿hay alguien a quien le gusten los anuncios de Tommy Hillfinger?. ¿Sólo me producen arcadas a mí?
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