martes, febrero 28, 2012

El Ocupante, de Sarah Waters o el terrible Doppelgänger

Leyendo El Ocupante de Sarah Waters me vino a cabeza la Novela Historia de Genji de Murasaki Shikibu (s.IX era cristiana) en la cual una de las ex-amantes del protagonista, celosa, se desdobla en sueños y ataca a su rival incluso hasta causarle la muerte. Y sin embargo, ella es en absoluto consciente. Se trata del Doppelgänger, el doble, un gemelo malvado que ejecuta nuestros deseos ocultos. Éste ser -que es nosotros mismos-, se haya muy presente en las creencias populares también en Europa, y en la Edad Media era un poder asociado a la brujas. La autora ha encontrado pues una nueva forma de afrontar el viejo tema de la Casa Encantada. Lo más terrible es la sospecha clara para el lector de que el intruso asesino no es otro el enamorado, bienintencionado y racionalista narrador de la historia, el buen doctor Faraday. Me gusta porque es una forma original y perfecta para escenificar el conflicto de clases en la Gran Bretaña de posguerra en un muy buen escrito relato de "fantasmas". Curiosamente -o no, me pasa a menudo-  leía al mismo tiempo El buen soldado de Ford Madox Ford, una de mis Lecturas Pendientes. El tema es también una vivisección de las clases pudientes y en especial de la aristocracia rural británica anterior a la primera Gran Guerra, esa misma aristocracia que se descompone en la novela de Waters y que es el objeto de rencor y deseo del narrador focalizado en la casa. 
Muy recomendables. Las tres. 

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