Este capítulo -sexto sin Castiel- es un divertido y sarcástico guiño a los fans con los más que conocidos meta-meta lenguajes (referencias incluidas -cómo no- a Misery) y un innecesario aviso a frikis: puede que os sintáis unos pringaos y posiblemente lo sois, pero ¡focalizad un poco, por favor! Ese pelín de condescendencia sobraba. Y en fin, el argumento es de relleno a pesar de que nos regale a su final la presencia de Crowley. (Un diez desde siempre para los directores de casting) Ahora, eso sí, señores/señoras guionistas: ¿Qué pasa? ¿Qué sin Castiel necesitan desahogar su sadismo a lo Bugs Bunny con el pobre Sam? Ya vale, ¿no?
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