Es posible que en el plan maestro de convertir al querido John Constantine del superviviente nato y artista de la improvisación que siempre ha sido, en el gran maquinador del Mundo de la Magia del NUDC, pleno de ambiciones de control más allá de "a ver cómo salgo de la próxima", esté el mostrarnos (SPOILER) el bonito despacho de John en La Casa del Misterio, con su tablero bien sembrado de notas y fotos a modo de diagrama de flujos señalando pistas básicas sobre la trama. Además, claro, para darle más apariencia detectivesca a los años 40, aparte del cenicero rebosante, se nos deja ver tres de botellas de ¿whiskey? ¿ginebra? y no una sino dos gabardinas colgando mansamente de un perchero clásico. Aquí el señor Grahan Nolan se ha pasado en la ambientación, porque dado que en el exterior de la Casa tenemos al propio Constantine bien arropado en la suya, símbolo, al parecer, de su victoria antigua y actual sobre el villano Necro... ¿qué necesidad había de mostrarlas también en su despacho? ¿Para obviar aún más que es su lugar de trabajo y maquinación? Pobre recurso y gran gazapo.
Nota: Obviamente los subrayados, círculos y corazoncitos son míos, que a mí también me gusta encontrar patrones....
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