My rating: 4 of 5 stars
Tommaso Landolfi ha sido un verdadero descubrimiento para mí. He disfrutado de esta historia, escrita con preciosismo y cruda delicadeza, si esto es posible, en la que lo insano y lo sobrenatural se dan la mano con el trasfondo de la guerra. Nos atrae lo que tememos, y nos atamos a lo que nos daña. El protagonista de esta historia es testigo y víctima de este principio.
"Sin embargo, también maté una vez a una de ellas; no sé, una voz me decía dentro: ¿por qué se está poniendo tan bonita esa rosa mas que por tu sangre? Así que la maté, a ella y a todo el rosal, aunque no comprendía muy bien aquellas palabras. Y otra vez también maté un pequeño arcón, sí, un mueble. ¡Oh Señor! No lo maté exactamente: lo desfiguré, porque me miraba fijamente día y noche y no comprendía lo que quería de mí. Sí, sé que ahora te reirás de mí, pero también esto es verdad, porque yo me entiendo un poco con los muebles viejos. Además, ¿qué tiene de raro? ¿No le ha sucedido a usted nunca, señor, ver muebles viejos que tienen una cara, orejas incluso, oír su alma? En general los muebles son buenos y pacientes, han visto muchas cosas y saben de qué va la historia, pero a veces son algo pérfidos, como aquél"
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