empezó a darse cuenta de un doble sonido: el cajón de una cómoda abriéndose y cerrándose. Mucho rato después seguía oyéndolo a la perfección, abriéndose y cerrándose. Luego, gradualmente, aquella brusquedad se iba acercando,
creciendo en intensidad hasta que las paredes temblaron por la vibración y la habitación fue cediendo bajo una oleada de murmullos. La señora Miller se puso rígida y abrió los ojos a una apagada mirada fija.-Hola dijo Miriam"
Truman Capote.
art: Nicoletta Ceccoli |
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