No es el Fugitivo. Pero... es mejor. A Charlie Crews, agente de policía de L.A, lo meten en la cárcel por un terrible crimen que no cometió. Su abogada, tras 12 años en prisión, consigue sacarlo por pruebas insuficientes. Al tipo le indemnizan, y pide volver a la policía y además, ahora como detective. Asi mientras se dedica a buscar al verdadero asesino junto a los que le tendieron la encerrona-la venganza es más dulce que la miel-, Charlie irá resolviendo distintos casos junto a su compañera Danny Reese (que también tiene un pasado), ayudado de un punto de vista muy particular sobre el budismo Zen y su, digamos, "experiencia" como convicto (doce años en prisión es como para que la rabia te haga papilla el cerebro) y un sentido del humor, que es lo que más me gusta de esta serie.
He leído que a causa de la huelga de guionistas, la NBC no ha dicho si habrá o no segunda temporada. Espero que resuelta ésta, sea que si.
La he visto, y me gusta. Pero no me ha enganchado -tal vez con los exámenes...
ResponderEliminarLa calidad es obvia y el humor es asombrosamente blanco, con lo escabroso que podría llegar a ser.
muy buen ojo.
:-) Y además, me mola el rollo chico con pasado ;-)
ResponderEliminarHabía leído algo de ella por ahí, y suena bien, pero me temo que ya llevo demasiadas series a la vez.
ResponderEliminarLudwig, es verdad. Pero en este caso, creo que ha sido amor a primera vista. Me temo que seré ;-)
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