Se acaba una semana extraña, se diría un paréntesis si no se pareciera a tantas otras vividas tantas veces. Y sigue siendo extraña. Como cuando te miras fijamente al espejo. Eres tu y no lo eres. Temo, pienso: me estoy volviendo cínica. Una quiere imaginarse clara y luminosa como cristal de roca, pero al final es iridiscente y turbia como la madreperla.
Consuela un poco que ésta última provenga directamente de la vida. ¿O no?
Consuela un poco que ésta última provenga directamente de la vida. ¿O no?
No sé... Somos vómito de la almeja primigenia :P
ResponderEliminarXD!!!!
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