"Leí a un escritor que la historias nos salvan. Pero evidentemente eso es un gilipollez. No nos salvan. Pero las historias salvan algo".-Nic Pizzolatto, Galveston
El escritor mencionado es Tim O'Brian y la cita es de su primera gran grandísma novela "La cosas que llevaban los hombres que lucharon"(1). Sin embargo, mientras leía esta referencia en la novela de Pizzolatto, me acordé del discurso escrito por Paul Auster para los Premios Príncipe de Asturias. Las historias y su necesidad de contarlas, leerlas, verlas o escucharlas es lo que nos hace humanos y "es imposible imaginar la vida sin ellas" (2), Pero, ¿nos salvan? ¿puede llevarnos una historia hacia la redención? Roy, el protagonista de Galveston no lo cree, aunque ha encontrado refugio en ellas muchas veces. Y él mismo cuenta una historia, la suya y la de Rocky, ¿acaso no se explica a sí mismo y se perdona a través de ella?
"Tanto leer me enseñó a pensar. Era capaz de entender las cosas de una manera imposible hasta entonces. Sin embargo, como ya he dicho, nada de eso me convertía en una persona diferente".-Nic Pizzolatto, Galvenston.Es un tipo duro "Big Country" Roy. Y testarudo. Pero creo que Pizzolatto también cree como O'Brian que las historias nos salvan. Porque toda historia es una reflexión e interpretación y el silencio es la muerte.
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