sábado, enero 19, 2008

la petrificada sonrisa del Teleoperador

Dicen los entendidos que una manera de transmitir amabilidad por teléfono es sonreír mientras se conversa, aunque lógicamente, no se aprecie el rostro. Al parecer, la sonrisa repercute positivamente en el tono cálido de nuestras palabras.(...)Algo parecido cabe decir sobre los incisos y los silencios de quien escucha. Unos y otros dan una pista del interés que despierta nuestra conversación


Ocho horas ejercitando una sonrisa que necesariamente ha de permanecer durante toda la jornada, hiératica como la de los rostros de las tumbas etruscas, terrofica y triste como la del hombre que rie,-carne de feria-, apelmazada por usada, pero ¿cálida?, no, no realmente

1 comentario:

  1. No te metas con los etruscos, romana :-p
    ¿Los etruscos molan mil veces más, de dónde crees que aprendieron los romanos a vivir bien la vida?

    Lo de la sonrisa, mi más sentido pésame pero los teóricos de márqueting sufren todos de comportamiento pasivo-agresivo y quiere que todos lo seamos a si vez. "finje que te gusta hasta que te guste" El problema es que nunca llega a ocurrir. El cambio debe originarse desde el interior del sujeto, y no llega no exteriormente.

    Toda una década de márqueting que tiene como final sembrar el resentimiento y el sarcasmo.

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