La iglesia católica hace especial hincapie en la libertad de elección del hombre, en el "libre albedrio" y sin embargo buscando el término en la enciclopedia católica, me he dado cuenta que los padres teologos nos condenan de hecho a la obeciencia. Obviamente, han definido lo que es "bueno" y "correcto". Somos débiles y egoístas si decidimos obrar fuera de esta definición. Por eso el arzobispo de Pamplona( y lo ha hecho en un marco adecuado, ante sus fieles y en su sermón-aunque plenamente consciente de su repercusión, no como otros que convocan ruedas de prensa y pretenden influir en la legistación que la sociedad se da a sí misma sobre temas que la afectan no sólo desde la fe. ) , se ha permitido condenar a aquellos que buscan dignidad en la muerte comparandola con la terrible, terrible muerte de Jesús, el cuál tuvo su noche de dudas y angustía en Getsemaní para finalmente elegir "No apartar este cáliz", y aceptó pasar por todo ese dolor. Es más, quedadaba claro cual era la voluntad de Dios y la disposición de Jesús de seguirla.
¿Cuál es la voluntad de Dios y quién la interpreta en el caso de un enfermo terminal, p.e?
Creo en la libertad de decisión. Estoy seguro de que muchas personas aceptan su suerte -terribles dolores, dependencia, ausencia de intimidad y autoestima- con el espíritu de sacrifio que su fe les da. Pero no me parecen menos admirables aquellos que deciden poner fin a esta situación cuando la muerte es inevitable y su proceso demasiado horrible de soportar para uno mismo y desde uno mismo -considerarse una carga desagradable para otro, p.e. No creo que pueda compararse al suicidio por desesperación, aunque posiblemente una parte de la jerarquia eclesiástica no lo vea asi.
Si puedes leete "The misionary position" de Christopher Hitchens sobre la Madre Teresa y sus métodos en Calcuta. Con una fortuna enorme, lograda gracias a donaciones por su fama de santa, les negaba a sus enfermos cualquier calmante mayor que una aspirina porque el sufrimiento te abre las puertas del cielo. Y la harán santa de verdad, seguramente.
ResponderEliminarJosé Antonio,no lo sabía, aunque no me sorprende, por desgracia. El significado de la caridad en manos de según que iluminados nos ha traído mucho sufrimiento absurdo. De nuevo la libertad negada por el listo de turno.
ResponderEliminarSi puedo, me lo leeré.
Recuerdo una conversación con un amigo calvinista- para más INRI- que se sentía culpable por no ser “mejor” (por sentirse deprimido, por el dolor que le provocaba un lesión grave, ya os podéis poner en su lugar) supongo que la respuesta que le di era bastante clara: si todos pudiéramos soportar el dolor que nos ha tocado en suerte –uno más, otros menos- todos podríamos ser cristo.
ResponderEliminarNo sé si me expliqué, no sé si fui demasiado categórica y tampoco sé si no estaba pecando de gurú-ego-maniática –que se me da muy bien- y lo único que necesitaba el chico era alguien que le escuchara y punto.
Cada uno tiene lo que tiene, y no lo del vecino, y eso lo deberían tener muy presente los obispos, pues decirle a otro lo que debe hacer sin ser partícipe de su dolor es pecar de falsa compasión.
MsNice, completamente de acuerdo. Nadie puede decidir por nadie, y que alguien se sienta culpable por el sufrimiento que le provoca una enfermedad o lesión, considerándose a sí mismo débil o no se, me parece terrible.
ResponderEliminarCreo que fuíste justa. Quizás era justo eso lo que necesitaba oir.
Humanos, demasiado humanos, gracias a Dios ;-)
Santo sólo hay uno, que es Allah. Los demás nos acercamos a ´L como podemos, algunos con más neuras que gloria.
ResponderEliminarRespecto a lo del Arzobispo de Pamplona que comentabas, aunque lo verás, la risa es que, según los Evangelios canónicos, JESÚS (la paz sea con él) SÍ FUE AYUDADO A MORIR. Se le dio agua con vinagre y le remataron de un lanzazo.
Pero aunque no lo fuera _y maxime que, como musulmana, creo lo que dice el Corán, que Jesús no murió en la cruz y pudo salvar la vida y seguir predicando_: ¿el dolor que atravesó... nos fuerza a atravesarlo? ¿O fuerza a los cristianos a atravesarlo? Horas antes dice "sólo os pido que os queráis unos a otros como yo os quiero".
Haber pasado por las humillantes, laceradas manos de la Madre Teresa, que en paz descanse, ha colocado a según quién en la directiva de Manos Unidas. El virus del cilicio se extiende...
Allah nos perdone.
Se alivió su dolor con la lanzada que le ayudó a morir más rápido. Si. Pero además su muerte fue fruto de una decisión muy dura. La catequesis del señor arzobispo basada en la muerte de Jesús para ofender a los enfermos sobraba y, en mi opinión, es una muestra de soberbia increíble. Como dices,¿el dolor que él acepto voluntariamente nos obliga a morir en una agonia absurda cuando hay medios para aplicar la caridad aliviandolos?
ResponderEliminarQue El nos perdone.