martes, septiembre 30, 2008
La ley de Murphy
¿Para qué ahorrar? ¿para qué encima conseguirlo? Esta claro que todos tenemos proyectos. En mi caso Barcelona y la exposición de Duchamp. Pues no. Ahorrar en mi caso es un imposible. Junto un par de euros, y desastre. Mis ahorros se irán en reparar el coche que me he cargado yo solita al empotrarme contra un camion-tanque en un atasco. Total nada, el tipo ni se ha enterado, y menos mal. Sin daños para mí, sólo para el coche y el bolsillo. Ay. Tendré que cambiar el capó, y como el coche ya tiene sus añitos, igual no encuentro del mismo color! ¿Os imaginaís? A estas alturas, un coche tuneado. Le pongo un par de franjas laterales a juego y ¡a presumir!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Seguro que te tenía comido el coco el maldito TMO o las nuevas bondades.
ResponderEliminarTu ya me entiendes......
¿quizá unos toques graffiteros?
ResponderEliminar:-P
(suerte)
Lo lamento. Qué mala pata.
ResponderEliminarBueno, nunca es tarde para tunear el coche. Si vivieras en mi barrio lo sabrías.
ResponderEliminarGracias por los ánimos. El viernes sabré algo, ya os cuento ;)
ResponderEliminarsobre todo esto: que menos mal que no te ha pasado nada. Tunear tunear si quieres te lo tuneamos en plan vieja escuela: brocha gorda y buen pulso.
ResponderEliminar