Desde lo meramente práctico -conveniente eufemismo para ahorro de trabajo- me han venido estupendamente estas lluvias de abril. Tras el aparcamiento forzoso del coche durante las fallas y la desidia soleada de la semana subsiguiente, ya esperaba ver brotar rabanizas amarillas del polvo y pólvora asentados sobre mi capó. Sin embargo, éste ha regresado a su otoñal negro obsidianaAunque, eso sí, yo empiezo a notar la piel escamosa.
menos mal que tenemos la RAE en interné, porque no tenía ni idea de qué eran las rabanizas
ResponderEliminarXD!
ResponderEliminarno te rias, me hases sentir una isnorante!
ResponderEliminarAjenjo, se ha escoñao la foto.
ResponderEliminarCreo que ya lo he arregado ;/
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