martes, marzo 17, 2009

No insulten mi inteligencia

Como católica me siento especialmente insultada. ¿Cree la jerarquía de la Iglesia española que somos idiotas? ¿Cómo se atreven a propagar una campaña tan manipuladora y ofensiva a la sensibilidad e inteligencia? Soberbia. Tan convencidos de su razón, más allá de las labores de pastorado, y de la libertad de opinión -a la que desde luego tienen derecho- juzgan y condenan sin vergüenza un proyecto de ley, obviando otras condenas. ¿Dónde su escandalo ante la tortura, la pobreza, el abandono, la desesperación de miles y miles de seres en este mundo? ¿Dónde sus carteles denunciando la explotación de inmigrantes sin papeles, los pelotazos que enriquecen a pocos a costa de muchos, la esclavitud sexual de mujeres tratadas como mercancía, los malos tratos y violaciones en el matrimonio? Y ésto es sólo parte de una por desgracia muy larga lista.

Y además, ¿dónde mi libertad? Si la interrupción del embarazo es un terrible pecado, y la mujer así lo cree, no abortará. O si lo hace, afrontará las consecuencias. ¡Cómo si fuera una decisión tan fácil! Es necesario que exista una legislación al respecto. Y es la sociedad civil quien debe decidirla. Los católicos de esta sociedad ejercerán sus derechos y libertad de acción como cualquier otro ciudadano. Entre esos derechos está la libertad de expresión. Pero, por favor, un respeto. Qué vergüenza.


Mateo 23, 1-6 En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente

No hay comentarios:

Publicar un comentario