Y ahora que nos habíamos reencontrado con #Castiel para a renglón seguido volverlo a perder, nos toca enfrentarnos al que sabíamos que en realidad nunca se fue: Bobby, que cómo fantasma novato, pese a su pasada erudición, resulta un tanto torpe. Genial como poltergeist pero fatal como aparecido. No sabe dejarse ver, pobres de sus chicos, pobre alma sola.
Por lo demás, el capítulo ha sido sangriento, divertido y rezumante de priba. Confirmamos que Dean tiene un nivel de alcohol en sangre que casi le inmuniza contra la borrachera pero que no sólo le acerca peligrosamente al alcoholismo sino que está a punto de causarle la muerte a manos del vengativo Shojo. Continuamos sin noticias de Frank. Ahora, eso sí, con Castiel aún babeante, hemos podido disfrutar de la "reaparición" del increíble "no se cómo aún sigues vivo" Garth. ¡Viva!.
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