martes, abril 15, 2008

avaricia y productividad


Segun la Enclicopedia de economía, la productivad es:
eficiencia de la actividad productiva de los hombres expresada por la correlación entre el gasto de trabajo (en escala de la sociedad, de una rama, de una empresa o de un solo trabajador) y la cantidad de bienes materiales producidos (establecida en dinero o en especie) en una unidad de tiempo. Se determina por la cantidad de tiempo invertido en elaborar la unidad de producción o por la cantidad de producción fabricada en la unidad de tiempo. El nivel de la productividad del trabajo es un índice importantísimo del carácter progresivo de un modo de producción de un régimen social dado. Todo nuevo régimen social, indicó Lenin, vence al que le precede consiguiendo una mayor productividad del trabajo.(...)En cada empresa contribuye a elevar la productividad la organización científica del trabajo, organización que permite dar a la producción un carácter rítmico, utilizar en grado máximo las máquinas, equipos y mano de obra.


El utilizar en grado máximo la mano de obra se suele traducir en algunos puestos de trabajo en economizar descansos limitándolos a los mínimos imprescindibles para que dicha mano de obra, todavia no robotizada, no colapse la producción al venirse abajo, pero sin regalarle a dicha mano de obra ni un segundo más del sueldo que se le paga. Según yo lo entiendo, para estos empresarios, lo contrario sería un robo. Cierta cantidad a cambio de ciertas horas utilizadas en determinada tarea. Lo demás es concesión. Como es sabido, el arte del escaqueo es un don concedido al ser humano que lo ha llevado desde el árbol al microondas, pero que ayuda al trabajador espabilado a robarle horas a la empresa. Asi que, los descansos se controlan minuciosamente y la responsabilidad del trabajador se reduce a unas tareas muy concretas y repetitivas, no sea que tenga alguna idea original que le distraiga del trabajo.

Pero es que además, a la larga, esta forma de organización de la productividad se convierte en el talón de Aquiles de estas empresas, porque nadie aguanta presión sin un respiro auténtico durante la pausa, realizando tareas repetitivas sin verdadera responsabilidad ni aporte personal, durante horas y horas, sin caer en el desánimo, la indiferencia y el aburrimiento. El rendiento baja, la calidad del trabajo también, y todo acaba en descontento, trabajo a destajo y absentismo.
Y es además hay estudios que lo demuestran. Por ejemplo este del pasado año llevado a cabo por las universidades de Florida y Michigan que afirma:


simplificar el trabajo y limitar las funciones de los empleados aumenta su productividad a corto plazo, pero les desmoraliza y hacen caer su rendimiento a largo plazo. Por el contrario, aquellos trabajadores que sienten que trabajan interdependientemente, en un ambiente flexible, pero de una manera autónoma, tienen un índice de productividad mayor (...)El aumento de la presión y de la cantidad de trabajo también aumenta la desmoralización.
(...)Para las empresas norteamericanas, el coste de desmoralizar a su fuerza de trabajo, medido en términos de un descenso de la productividad y un crecimiento de la rotación del personal, no compensa el ahorro de costes que esperaban alcanzar.


¿Cómo hemos vuelto a siglo XIX?

Porque tragamos.

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