—¡Ese Pernath no vivió jamás! —exclamó el bizco—. No lo creo.
De inmediato le sirvo una copa (...)
—Claro que hay gente que dice que ese Pernath vive todavía —soltó por fin el
barquero—. Es, según he oído, tallador de piedras y vive en el Hradschim.
"—¿Dónde, en el Hradschim? El barquero se persigna:
—Así es precisamente, vive donde ningún hombre vivo puede habitar, ¡junto a la
muralla del último farol!
—¿Conoce usted su casa... señor... señor... Tschamrda?"
El Golem, Gustav Meyrink, Tusquest bolsillo, pag 126
Me llevé esta gran alegría mientras visitaba el Callejón del Oro, en la zona del Castillo de Praga.
Cuando entré en esta preciosa calle ya miraba buscando cuál podía la casa donde el protagonista del Golem "vive". Y de repente, cuando ya salía, pelín frustada, vi esta pequeña placa en un estrecha puerta al final de las casitas pegadas a la muralla.
A veces la realidad es menos importante que la Literatura. Y estoy muy agradecida a los ciudadanos de Praga por ello.
lo de la literatura que supera la realidad díselo a los miles de turistas que buscan en Paris la rue Morgue... que para más escarnio está situada en la novelita entre dos calles existentes.
ResponderEliminarDe ahí mi agradecimiento a los ciudadanos de Praga ;-)
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