Mientras en Fringe, mi nuevo enganche, persiguen "El patrón", el señor Shermer me explica mi tendencia a creer en cosas raras por el afán del ser humano de buscar pautas incluso a costa de lo improbable, casualmente me encuentro leyendo el último libro del Proyecto Nocilla, cuyo autor-, que como yo, no cree en las coincidencias- , en los primeros párrafos de su Nocilla Lab escribe de parecidos y sin darme cuenta empiezo a pensar en Benjamín Prado y en su "Alguien se acerca", y sigo leyendo, y me encuentro esto:
Nocilla Lab, Agustin Fernández Mallo, Alfaguara pag.23...Richard Feynman (...) el genial físico (...) había tomado la decisión de pedir siempre el mismo postre, flan, para de esta manera evitar el incordio de tener que pensar casa día en la nimia pero desquiciante decisión de elegir un postre y, de esta manera, yo, émulo casero (...) pedía siempre, sin excepción, una Coca-Cola de botella de 33 cm cúbicos, con una rodaja de limón introducida dentro y bien exprimida...
y esto
Idem, pag. 24...aquel sabor, aquel mejunje que tenía en la boca no se parecía a nada conocido antes por la civilización (...) el primer producto realmente ficticio de la alimentación..
y me recuerdo a su misma edad entonces pidiendo siempre una Coca-Cola en botella, fría sí claro, pero sin hielo -si tenía que servirse en vaso- y sin limón, - y me reafirmo en mi creencia en las coincidencias, en su relevancia al menos, y aunque no se si a sabiendas escribo al modo Fernández Mallo o sólo lo imito -o lo intento,- pienso además si él también se habrá interesado como yo en la teoría del Doble, eso que según el chamanismo se une a nosotros al nacer y se aleja cuando morimos, y cuya creencia es anterior a la alma y distinto a ella y a nosotros, pero que está en nosotros y nos protege aún en contra de nuestra voluntad y ejecuta el mal que deseamos, como el doble de aquella de Dama de la Historia de Genji que ataca a su rival mientras duerme. Únicos y sólos no somos pues, ni aún aislados en nuestra cárcel o nido , y el Agustín que mata a Agustín no puede sino desaparecer y me parece bien, porque todos tenemos nuestro Proyecto o no, hay quien no claro, ¿qué será eso? pues bien, un mapa quizás un plano una guía una cajita de música un jardín de senderos que se bifurcan y lo abarca y explica todo, la realidad, la mía, la tuya, la de Agustín y la del inventor de la Coca-Cola, y es que:
Nunca entiendo por qué la gente idea cosas y después no las hace, no lleva a cabo sus proyectos. Eso es un crimen.Idem, pag.88
pero eso es justo lo que suele pasar.
Por cierto, yo también hago fotografías a la tele. Puro coleccionismo.
Forma parte del mapa, supongo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario