jueves, noviembre 05, 2009

Monseñor Berzosa y las cenizas

El obispo auxiliar de Oviedo no cree que los católicos debamos incinararnos, salvo por razones muy especiales que no especifica, o por higiene publica. Monseñor, ¡espero no tener que enfrentarme a una peste como la finales del XIV para poder ser incinerada sin temor a que mi carne no resucite al final de los tiempos!
Control sobre la vida, la sexualidad, el nacimiento y no ya sólo sobre la muerte, sino también sobre la forma de honrar los restos de los que se fueron. Algunos miembros de la jerarquía católica son peor que un cilicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario