Desde las dos de la tarde del dia 1 de noviembre hasta la misma hora del dia 2, las almas de los antepasados, que penan en el purgatorio, vuelven a casa. Si encuantran buena acogida, irán al cielo. Se abren puertas, se encienden luces, lamparitas en aceite en las habitaciones o en la cocina. Asi se les guia y da la bienvenida.
Os dejo aquí un enlace al artículo que escribió para el Levante hace ya unos años Salvador Vendrell.
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